Delfos es un imprescindible de Grecia, sobre todo si visitas el país heleno en coche como hicimos nosotros. En este post te contamos qué ver en Delfos y cómo llegar, dónde dormir y dónde comer en Delfos.
En las laderas del monte Parnassos se encuentra el mitológico sitio de la antigua Delfos. Es nuestro lugar favorito del recorrido que hicimos por Grecia Continental. Su ubicación junto a un acantilado es espectacular y, a pesar del paso constante de autobuses turísticos, todavía tiene una sensación especial.
Nuestro itinerario recorriendo Grecia Continental en coche fue el siguiente:
Día 1 – LLEGADA A GRECIA. Coger el coche de alquiler y poner rumbo a Corinto. Noche en Corinto.
Día 2 – CORINTO–NEMEA–MICENAS–EPIDAURO-ARGOS: Antigua Corinto, Acrocorinto, Estadio y Santuario de Zeus en Nemea, Micenas, Teatro de Epidauro, Murallas ciclópedas de Tirinto y Argos. Noche en Argos.
Día 3 – OLIMPIA: Zona arqueológica de Olimpia y el museo. Noche en Delfos.
Día 4 – DELFOS–METEORA: Santuario de Delfos, Santuario de Atenea Pronaia y Fuente Castalia en Delfos, Moni Agias Varvaras Rousanou y atardecer en el Observation Deck en Meteora. Noche en Meteora.
Día 5 – METEORA-TERMÓPILAS-THEBAS-CABO SOUNION-ATENAS: Moni Megalou Meteorou en Meteora, Estatua Leónidas en las Termópilas, Fuente de Edipo en Thebas, Templo de Poseidón y Templo de Atenea en el Cabo Sounio, y devolución del coche en el aeropuerto de Atenas. Noche en Atenas.
Día 6 – ATENAS: Museo Arqueológico, Mercado Central, Kerameikos, Templo de Zeus Olímpico. Noche en Atenas.
Día 7 – ATENAS: Acrópolis, Colina Areópago, Agora Romana, Agora Antigua, Biblioteca de Adriano, Arco de Adriano, Plaka, Museo de la Acrópolis, Colina Filopapos, Monastiraki. Noche en Atenas.
Día 8 – LLEGADA A ESPAÑA.
Un poco de historia…
Los antiguos griegos consideraban a Delfos como el centro del mundo; según la mitología, Zeus soltó dos águilas en los extremos opuestos del mundo y se encontraron aquí. Como prueba de ello podemos ver el Ómphalos.
Delfos alcanzó su apogeo entre los siglos VI y IV a. C., cuando multitud de peregrinos acudían al santuario para consultar el oráculo.
Delfos estaba protegida por la Liga Anfictiónica, una federación de 12 ciudades-estado (que unificaba la mayor parte del sur de Grecia) que tomó el control del santuario después de la Primera Guerra Sagrada (595-586 a. C.), lo que convirtió a Delfos en un estado autónomo que disfrutó de una gran prosperidad gracias a numerosos benefactores, incluidos los reyes de Lidia y Egipto.
La influencia del oráculo tuvo un gran impacto en la vida política e intelectual, determinando, directamente o a través de las profecías, decisiones como el establecimiento de colonias y guerras.
El santuario sobrevivió al fuego (548 a. C.) y al terremoto (373 a. C.). En el siglo III a. C. fue conquistado por los etolios y más tarde por los romanos en el 191 a. C. Aunque el romano Sila saqueó el santuario en el 86 a. C., otros emperadores fascinados por su reputación, mantuvieron vivos los rituales en Delfos hasta bien entrado el siglo II d. C., cuando la influencia del oráculo comenzó a menguar.
El santuario fue finalmente abolido por el emperador bizantino Teodosio a finales del siglo IV d. C. En el siglo VII, una nueva aldea, Kastri, apareció sobre el sitio. Mucho de lo que se sabe hoy sobre Delfos proviene de las notas del geógrafo ateniense Pausanias, del siglo II d. C.
– El Oráculo de Delfos
El oráculo de Delfos fue considerado uno de los santuarios religiosos (y políticos) más importantes de la antigüedad. Los adoradores acudían aquí desde todas partes del mundo para consultar al dios Apolo sobre decisiones importantes. El instrumento de comunicación de Apolo era la sacerdotisa Pitia, que se encontraba en el Templo de Apolo.
Durante las visitas y consultas, la sacerdotisa masticaba hojas de laurel y entraba en trance después de inhalar vapores de una grieta subterránea. Los arqueólogos creen que esto podría haber sido etileno flotando a través de una grieta desde una falla de la montaña.
Sus respuestas, aunque algo vagas, fueron habladas en lenguas desconocidas y luego «traducidas» por los sacerdotes de Apolo. Se libraron guerras, se sellaron matrimonios, se eligieron líderes y se iniciaron viajes por las respuestas de las visiones del oráculo. Después de todo, las profecías eran la voluntad de Apolo, por lo que la reputación del oráculo se mantuvo durante toda la antigüedad.
Cuando Alejandro Magno visitó, con la esperanza de escuchar una profecía de que pronto conquistaría el mundo antiguo, la sacerdotisa se negó a hacer comentarios directos y, en cambio, le pidió que regresara más tarde. Enfurecido, la arrastró por el cabello fuera de la cámara hasta que ella gritó: ‘Suéltame, eres imbatible’. Rápidamente la soltó y dijo: «Tengo mi respuesta».
Cómo llegar a Delfos
– En coche
Nuestra recomendación. No hay problemas de aparcamiento y dispones del tiempo que quieras para disfrutar de las zonas arqueológicas de Delfos.
- Desde el centro de Atenas se tarda 2 horas y 20 minutos (185km) y hay tres peajes por unos 9,50 euros.
- Desde Olimpia se tarda 3 horas y 20 minutos (240km) y hay un peaje de 13,30 euros (el puente de Rio-Antirio).
– En autobús
Desde Atenas los autobuses parten desde la Terminal B de Atenas (Liossion St 260) con una frecuencia de 6 salidas al día desde las 07:30 hasta las 20:00. La duración del trayecto es de unas 3 horas y tiene un precio de unos 15-20 euros.
– Excursión desde Atenas
Civitatis ofrece varias opciones para visitar tanto Delfos como distintos imprescindibles del Peloponeso, todas con guías en español:
Datos Básicos
Sitio arqueológico.
Web oficial
Precio: 12 euros (6 euros reducida)
Horario: 08.30-15.30 (última admisión 15.10). Museo: 08.30-15.30 (última admisión 15.10)
Cuánto tiempo: 2-3 horas
Parking gratuito.
Qué ver en Delfos
– Santuario de Apolo, lo mejor que ver en Delfos 
Primero daremos unas pequeñas pinceladas a algunas partes del Santuario y después explicaremos tanto la ruta que hacían los antiguos peregrinos que iban a consultar al oráculo, como la mejor manera de visitar el recinto arqueológico de la Antigua Delfos.
Mercado Romano (ágora)
Los peregrinos podían comprar pequeñas ofrendas votivas aquí. Los visitantes más ricos y poderosos, sin embargo, trajeron estatuas y artículos valiosos desde lejos. Los restos de muchos de estos se encuentran en el Museo de Delfos.
Camino Sagrado y los Tesoros
El Camino Sagrado (llamado así por los arqueólogos) conduce al Templo de Apolo donde se encontraba la pitonisa. Estaba lleno de monumentos, estatuas y tesoros que conmemoraban las victorias. Los Tesoros fueron construidos por ciudades-estado victoriosas y se llenaron con los botines de guerra.
Tesoro de Atenas
El impresionante Tesoro ateniense, restaurado a principios del siglo XX, fue construido para conmemorar la victoria de los atenienses contra los persas en la batalla de Maratón en el 490 a. C.
Omphalos
Como hemos indicado al principio de este post, Delfos fue considerado el omphalos (ombligo) del mundo por los antiguos griegos. Después de soltar dos águilas en direcciones opuestas, Zeus arrojó una piedra para marcar el lugar donde se encontraron. También había un omphalos en el adyton (cámara del templo) donde la Pitia pronunciaba sus oráculos.
Roca de la Sibila
Según la mitología, esta roca marca el lugar donde la primera sibila (una anciana profetisa, que no debe confundirse con la pitonisa), pronunció el primer oráculo de Delfos.
Teatro
Los Juegos Píticos, que se celebraban en Delfos cada cuatro años, no se trataban solo de atletismo, sino que también incluían concursos de música y teatro (Apolo es el dios de la música). El teatro original fue construido en el siglo IV a. C. El actual data del siglo I a. C. y podía albergar a 5.000 espectadores.
– Ruta de los peregrinos que iban a consultar al oráculo de Delfos
- Los antiguos peregrinos una vez llegaban a Delfos se purificaban en la Fuente Castalia, pagaban un pelanos (tributo) y, si no lo traían consigo, compraban una ofrenda votiva en el Mercado Romano.
- Caminaban por el Camino Sagrado hacia el Templo de Apolo y pasaban por la Roca de la Sibila antes de llegar a la Stoa de los atenienses. Finalmente, llegaban al Templo de Apolo en el centro del santuario, donde realizaban consultas al oráculo y las respuestas de la Pitia eran interpretados por los sacerdotes de Apolo. Para amenizar la estancia de los peregrinos, el teatro organizaba concursos de teatro, música y poesía.
Cómo visitar Delfos
Comenzamos el recorrido por el Santuario de Apolo. Al entrar al recinto, pasamos por varias bases de piedra. El primero a mano derecha es el pedestal que sostenía la estatua de un toro dedicado a la ciudad de Corfú (Kerkyra). Un poco más lejos, también a la derecha, están los restos de la Ofrenda Votiva de Lacedemonia, que conmemora la victoria de una batalla.
Las siguientes dos estructuras semicirculares a ambos lados del Camino Sagrado fueron erigidas por los argivos (gente de Argos). A su derecha estaba el Monumento a los Reyes de Argos.
Siguiendo el camino, todo recto, podemos ver lo que en la antigüedad era considerado el centro del mundo, el omphalos.
Pasando por el reconstruido Tesoro de Atenas encontramos los cimientos del bouleuterion (casa del consejo).
El Templo de Apolo del siglo IV a.C. dominaba todo el santuario con una estatua de Apolo y dentro se encontraba encendida una llama eterna. En el vestíbulo del templo había inscripciones de filósofos griegos, como por ejemplo «Conócete a ti mismo» y «Nada en exceso», conocidos como los Mandamientos de Delfos.
Sobre el templo encontramos un muy bien conservado teatro del siglo IV a.C., que fue restaurado por los reyes de Pérgamo en el siglo I a.C. Te aconsejamos sentarte en la fila superior para tener unas vistas magníficas. Aquí se representaban obras de teatro durante los Juegos Píticos. Desde el teatro el camino continúa hasta el estadio, el mejor conservado de toda Grecia. Todavía se pueden ver los bloques de salida de piedra grabada de los velocistas en el extremo este.
Aunque todavía nos queda por ver el museo, podemos dar por finalizada nuestra visita al Santuario de Apolo.
Una vez en la salida del recinto, continúa por la carretera principal y verás a la izquierda la Fuente Castalia, donde los peregrinos se limpiaban antes de consultar al oráculo.
Continuando por la carretera podemos ver los restos del antiguo gimnasio. Dos pistas de atletismo ocupaban aquí una terraza superior. En una terraza inferior, los boxeadores y los luchadores practicaban y luego se refrescaban en la gran piscina circular alimentada por un manantial, que aún es visible entre las ruinas.
Desde el gimnasio veremos el templo más reconocido de Delfos. El Santuario de Athena Pronea es un tholos (templo con base circular) del siglo IV a.C. Este lugar tan fotografiado es a menudo erróneamente interpretado por los turistas como el lugar donde la Pitia (sacerdotisa de Apolo) tenía sus visiones. La estructura circular constaba de 20 columnas sobre un podio de tres escalones. Tres de sus columnas fueron reconstruidas en la década de 1940. Las partes blancas de cada columna son el mármol original, mientras que las partes más oscuras son material nuevo.
Al estar algo alejado del Santuario de Apolo no encontrarás mucha gente, aprovecha para disfrutar del templo y de sus vistas.
Al oeste, los cimientos del Templo de Athena Pronea son todo lo que queda de una estructura rectangular que resultó gravemente dañada por los deslizamientos de rocas y el terremoto que arrasaron con gran parte del tholos.
Finalmente, tan sólo nos queda visitar el museo de Delfos.
Al ingresar al museo, en la sala 5 encontramos la Esfinge de los Naxianos, que data del 560 a.C. También hay partes bien conservadas del friso del tesoro de Sifnios. Ésta representa la batalla entre los dioses y los gigantes, y también el Juicio de Paris, a quien se le pidió que decidiera qué diosa era la más bella (él eligió a Afrodita).
En la sala 3 hay dos magníficos ejemplos de kouroi (estatuas de hombres jóvenes) del siglo VI a.C., también conocidos como los «gemelos de Argos».
En la sala 7 hay fragmentos de metopas (figuras dentro del friso) del tesoro ateniense que representan los Trabajos de Hércules, las Hazañas de Teseo y la Batalla de las Amazonas.
En la sala 11 puedes contemplar la alta Columna de acanto de los Bailarines, con tres mujeres bailando en su parte superior.
En la sala final se encuentra la impresionante Auriga de bronce de tamaño natural, que conmemora una victoria en los Juegos Píticos de 478 o 474 a.C.
Dónde dormir en Delfos
Después de saber qué ver en Delfos, es importante elegir bien dónde alojarse. Dado que Delfos cuenta con dos calles principales con un tamaño de menos de 500m, no hay una zona mejor que otra. Lo mejor será que busques el alojamiento que más te guste. Nosotros siempre reservamos a través de Booking.
El alojamiento que elegimos en nuestra Ruta por Grecia Continental fue el Orfeas Hotel. Un hotel muy sencillo, pero con una muy buena calidad-precio. Tienen habitaciones dobles por 25-30 euros la noche. Muy recomendable.
Los precios de los alojamientos en Delfos están entre los 30 y 80 euros la noche. Otras opciones son:
- Epic Rooms (30 euros)
- Kouros Hotel (40 euros con desayuno incluido)
- Pan Hotel (46 euros con desayuno incluido).
- Nidimos Hotel (56 euros)
- Fedriades Delphi Hotel (70 euros)
- Amalia Hotel Delphi (90 euros)
Dónde comer en Delfos
Lo mejor es recorrer las calles, ver las cartas de comida e ir eligiendo en el momento. Son restaurantes pequeños, por lo que ten en cuenta que si vas a una hora muy solicitada puede que tengas que dar muchas vueltas hasta encontrar una mesa libre.
Nuestras recomendaciones son las siguientes:
- Taverna Gargadouas. El mejor si buscas carne a la parrilla. La especialidad veraniega de la casa es la provatina (cordero asado a fuego lento). Muy buena relación calidad-precio.
- Taverna To Patriko Mas. Con más de 900 reseñas en Google, es uno de los favoritos de Delfos.
- Taverna Vakhos. Es el favorito de los turistas y el recomendado por la Lonely Planet. Tiene más de 1.200 reseñas en Google.
- Tavern DION. El segundo con más reseñas y otro de los favoritos de los turistas. Nosotros cenamos en este restaurante, muy buena relación calidad-precio.
Consejos
- En verano recomendamos comenzar la visitar a primera hora para evitar las altas temperaturas y las hordas de buses llenos de turistas.
- La visita al recinto puede hacerse en 2-3 horas.
- Llevar agua y gorra para protegerte del calor.
- En el pueblo de Delfos es donde encontramos los souvenirs más baratos.
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